viernes, 10 de septiembre de 2010

Los cuentos de hadas.

Una crece escuchando cuentos de hadas, que es la traducción para niños de lo que la sociedad espera de nosotros, no nos vayamos a salir del carril, y nos convirtamos en un problema gordo.

Así que, cuando una se hace consciente del lavado a lo Naranja mecánica al que estamos sometidos, intenta encontrar su propio camino en medio de todas esas ideas que le han metido en la cabeza sin pedir permiso siquiera.

Y, cuando más o menos, una piensa que ha localizado el camino a seguir según su propio mapa... se descubre dándole vueltas al plano, con cara de asombro, porque es una vía muy similar al anterior. Liberarnos de todo lo que nos han cargado, constituye un trabajo arduo y difícil.

Gracias a estas guías, me vi creciendo, estudiando, escogiendo yo lo que quería estudiar (menos mal, otros no tienen ni esta suerte), consiguiendo un buen trabajo, una pareja estable, teniendo después hijos, y luego, a saber... Una vida normal, con mis propios gustos, pero una vida corriente, esperable y deseable por la sociedad, y por mí, que también soy sociedad.

Hace algunos años, algo hizo 'clic' en mi cabeza. Descubrí muchas cosas nuevas, que me mostraron la vida como nunca antes la había visto, con paisajes muy atractivos que aún no había explorado y que, sin embargo, las normas sociales no aceptaban.

Desde entonces, mi vida, de cara al exterior, no ha cambiado demasiado. Pero mi interior no es el mismo. Intento que no se convierta en una lucha, continua pero, en ocasiones, veo alguna lanza que se escapa.

Para terminar... un cuento que habla de estos mapas tan curiosos, que nos regalan al nacer:


No hay comentarios: