lunes, 20 de septiembre de 2010

Aviso de entrega

No sé si querer, desear, es una enfermedad que se pasa con el tiempo o no. Probablemente lo sea, al igual que la alegría y la tristeza. Pero como estas, me apetece sentirlo, vivirlo, esquiarlo.

Ayer, de manera algo inesperada, supe que la fecha de mi entrega se demoraría. ¡Señor destinatario, tenga en cuenta que Correos multa los atrasos! Pero no existen protestas posibles para este paquete. La urgencia, la impaciencia, no se contemplan en el manual del buen emisario. Así que estaré en consigna un ratito más.

Claro que, tras la resignación, no imaginé que me asaltarían de repente unas ganas tan urgentísimas de hallarme en un segundo, en el sitio que me corresponde. Ya sé que estas cosas pasan con cierta frecuencia, pero no deja de asombrarme que me pasen a mí.

Así que lo disfrutaremos, que la vida son dos días, y ya he gastado el primero.

Para terminar, sin enrollarme mucho, dejo esta canción. Ya la había escuchado muchas veces y, sin embargo, el estribillo esta vez me pareció totalmente nuevo y adecuado...


Cómo hablar,
si cada parte de mi mente es tuya,
y si no encuentro la palabra exacta,
cómo hablar...


Cómo decirte
que me has ganado poquito a poco
tú, que llegaste por casualidad,
cómo hablar...


1 comentario:

Anónimo dijo...

No sé si querer, desear, es una enfermedad que se pasa con el tiempo o no.......... Pues va ser qué estamos todos enfermos, y no tenemos reloj. El día que no desee, ese día los clavos retumbaran encima de la tapa del pijama de pino.

Saludos.