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Ilustración: Paramnesia |
Hace una temporada que mis incursiones en el chat vuelven a ser frecuentes (pero no con el nick de descalza, quede claro). Gracias a este medio tengo la oportunidad de compartir los puntos de vista de otras personas sobre este mundo porque, por suerte, de vez en cuando surge alguna conversación interesante, con respeto por ambas partes y sin mayor interés que el de charlar.
Sin embargo este post no surge de esas buenas conversaciones, sino de las mantenidas últimamente con dos personas con el rol de Dominante, que no dejan de ser curiosas. Ambos saben que ya pertenezco a Alguien.
El primero de ellos, al que llamaremos B1, me sorprendió hace unos días con un pensamiento un tanto particular. Según él, yo era bastante burguesa como sumisa. Parece ser que exijo demasiado si tras alguna humillación o algún uso o, simplemente porque sí, necesito que con gestos, un abrazo, un beso o con palabras, me refuercen y me valoren.
Sí, soy burguesa porque no aguantaría 24 horas del día, 7 días a la semana que me trataran como a un escombro, a una cualquiera, como a una zorra, una cosa, un animal, sin más.
Soy burguesa porque, a pesar de tener un nivel de autoestima adecuado,ese nivel no es infinito, y no se alimenta simplemente de pensar, ni siquiera comprobar, que mi Amo está satisfecho una vez me ha usado, cedido, violado, humillado, azotado.
Soy burguesa porque mi autoestima necesita de vez en cuando que me recuerden que mi entrega es valiosa, y que continúo siendo persona además de esclava.
Soy burguesa porque pienso que una esclava debe ser alguien completo, con sus ideas, sus apetencias, sus necesidades, a pesar de que sepa que todo esto está en manos de mi Amo.
Está claro que B1 no quiere burguesas. Si alguna de las lectoras es una sumisa/esclava plebeya, pasen por su despacho, por favor.
El segundo del que hablaré, B2, parecía ser una persona con la que poder tratar cualquier tema. Hasta que un buen día, sin venir a cuento, sus pies comenzaron a explorar terreno fuera del tiesto, confundiendo respeto con sumisión hacia él, llegando a darme una bofetada... ciber, de acuerdo, pero bofetada.
Podréis imaginar mi cara de asombro ante semejante demostración de "dominación" ¿Quién es nadie para tocarme, si no es mi Amo ni ninguna persona autorizada por Él? Y sin embargo, algo me dice que ante un café humeante y real, su comportamiento no variaría.
Es por ello que suelo ser reticente a encuentros cara a cara con personas conocidas por el chat. Antes bien, miro muy y mucho con quién, y rehúyo las grandes quedadas. Y quizá también por este motivo, encuentro placenteras y valoro mucho las charlas que surgen mirando a los ojos de aquellos/as, contados con los dedos de la mano, con los que de vez en cuando me gusta compartir unas horas de realidad.
6 comentarios:
Creo que B1, quizás no tenga bien definida la palabra "sumisa", cada uno la puede interpretar a su manera, pero, logicamente, el ser sumisa, es un rol consensuado dentro de un juego, en este caso, bdsm. Otra cosa diferente es ser esclava.
Y B2, pues es posible que te encuentres muchos casos así. Cuando desaparece el respeto... malo.
Saludos y feliz año 2013!
Tiene razón Amowhor el respeto junto a la valentía del sumiso hacen realidad nuestros sueños.
Eso aún siendo sumiso ya he tenido la desgracia de vivirlo.
Un saludo
Amowhor, bueno, realmente hablábamos de esclavas. Pero aún así.
efe{LL}, sí, la verdad es que aunque no es común (creo), esto existen.
Saludos a ambos.
A mi me gusta leerte. Como sabes he dejado mi roll que para mi era un juego y no me considero con mucha experiencia en este mundo,pero mira encuentro que los muros de separación son demasiado finos entre la violencia verbal o física o entre hacer sexo duro y bdsm. No sé que diras tú a ésto?
Además como hay tanto pirado y aspirantes a amos que sólo buscan un coño para meterla o mismo pueden ser frustrados peleles en su vida real...
Que yo veo este mundo muy difícil,descalza, casi casi es como meterte en la mafia y no quiero ni pensar lo que sucederá en las capas altas (los poderosos).
Un fuerte abrazo y no dejes de valorarte como lo haces.
Yo soy plebeya pero con un orgullo que ya qusiera la realeza! jejejee
un fuerte abrazo
ohma, la línea puede ser fina pero es clara. En el BDSM hay un consentimiento y disfrute por ambas partes. En la violencia verbal y física, no. Además, esta última no tiene otro sentido más allá de lo que se ve. En el BDSM sí, y además luego existen los cuidados mutuos y otros aspectos a tratar.
Pirados hay en BDSM y en el mundo vainilla. Obviamente, en BDSM es más fácil que se dé, y además contamos con que también hay mucha sumisa 'pirada', como tú dices. Hay que cribar y discriminar.
En este mundo, en la escena BDSM, hay de todo. Hay grupúsculos y hay personas que vamos más por libre. Cada uno elige dónde quiere estar. Yo hace muchísimo tiempo que paso de esos grupúsculos que piensan que tienen el poder y deben fiscalizar todo, y aquí estoy, tan feliz.
Un abrazo para ti, ohma, nos seguimos ;)
Para mi la diferencia (que lo habrá apuntado alguien atrás, me imagino...)estriba en que el rol de D/s es algo mutuamente acordado por las partes y por lo tanto voluntario. Nada que ver con la violencia gratuita e impuesta a la fuerza.
Pero, como juego que es tiene un principio y un fin. Cuando ya se acabó el juego,la otra parte de uno vuelve, esa parte que quiere ver como su entrega es valorada en lo que vale.Ni más ni menos.
A mi me ha costado un poco aprenderlo (mi autoestima no está tan bien asentada...)pero no cejo en el empeño.
Un abrazo descalza
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